Con el paso de los años, el cuerpo experimenta transformaciones que pueden afectar funciones tan cotidianas como alimentarse. Una de las más comunes, aunque muchas veces poco visibilizada, es la dificultad para tragar. Conocida médicamente como disfagia, esta condición impacta directamente en la salud y bienestar de las personas mayores, y puede acarrear consecuencias graves si no se detecta y trata a tiempo. En este artículo, desde Hola René, queremos ayudarte a entender por qué sucede, cómo prevenirla y qué medidas tomar para mejorar la calidad de vida. Porque creemos que la prevención en salud y el acceso a un buen seguro de salud pueden marcar una diferencia concreta en la vida diaria.
¿Qué es la disfagia y por qué afecta más a los adultos mayores?
La disfagia en adultos mayores es la dificultad para tragar alimentos sólidos, líquidos o incluso saliva. Aunque puede presentarse a cualquier edad, es más frecuente en personas mayores debido a factores fisiológicos y neurológicos. El envejecimiento natural puede provocar pérdida de masa muscular en la garganta o alteraciones en los reflejos de deglución. Además, enfermedades como accidentes cerebrovasculares, Parkinson, Alzheimer y ciertos tipos de cáncer aumentan el riesgo de desarrollar esta condición.
Cuando la deglución no se realiza correctamente, los alimentos pueden desviarse hacia las vías respiratorias, provocando tos, infecciones como la neumonía por aspiración o incluso episodios de asfixia. Por eso, detectar la disfagia a tiempo es fundamental para garantizar el bienestar en la tercera edad.
Señales de alerta: ¿Cómo saber si hay un problema?
No siempre es fácil notar que una persona mayor tiene dificultades para tragar, especialmente si vive sola o evita mencionarlo por vergüenza o miedo. Sin embargo, hay algunas señales de alerta que pueden ayudarnos a estar atentos:
- Tos o atragantamientos frecuentes al comer o beber.
- Sensación de que la comida “se queda pegada” en la garganta.
- Pérdida de peso sin causa aparente.
- Cambios en la voz después de comer (voz “húmeda”).
- Evitación de ciertos alimentos o disminución del apetito.
Estar atentos a estos síntomas forma parte de una buena estrategia de prevención en salud, ya que permite actuar rápidamente y evitar complicaciones mayores.
Consecuencias de la disfagia si no se aborda a tiempo
Ignorar la disfagia compromete no solo la nutrición e hidratación, sino también el estado emocional y social de la persona afectada. El miedo a atragantarse puede llevar a evitar reuniones, salir a comer o incluso al aislamiento. De esta forma, una condición física termina afectando el bienestar psicológico.
Además, la desnutrición y deshidratación debilitan el sistema inmune y aumentan el riesgo de otras enfermedades. En este contexto, contar con un seguro de salud que facilite el acceso a profesionales y controles médicos es clave dentro de cualquier plan de prevención.
Diagnóstico y tratamiento
Ante la sospecha de disfagia, lo mejor es consultar con un médico clínico o un fonoaudiólogo. El diagnóstico puede incluir una evaluación clínica y estudios por imágenes como la videofluoroscopía, que permite observar la deglución en tiempo real y detectar posibles alteraciones.
El tratamiento dependerá de la causa y gravedad del problema. Puede incluir cambios en la textura de los alimentos (dietas blandas o líquidas), ejercicios de reeducación muscular, terapia fonoaudiológica o, en casos más severos, el uso de sonda para alimentación.
Actuar de forma temprana mejora el pronóstico y protege la salud y el bienestar en todas las etapas de la vida.
Cómo prevenir los problemas de deglución
Si bien no siempre se pueden evitar, hay muchas acciones que reducen el riesgo o permiten detectar el problema en etapas tempranas:
- Mantener una buena higiene bucal y realizar controles odontológicos.
- Evitar alcohol y tabaco, que afectan la sensibilidad de la garganta.
- Estimular la masticación con una dieta variada y equilibrada.
- Realizar chequeos médicos periódicos, especialmente con antecedentes neurológicos.
- Fomentar un entorno de alimentación tranquilo, sin apuros ni distracciones.
Estas medidas forman parte de una estrategia integral de prevención en salud, orientada al cuidado de las personas mayores, con el objetivo de asegurarles una vida plena, autónoma y con dignidad.
¿Cómo puede ayudarte Hola René?
Desde Hola René entendemos que la salud de los adultos mayores no puede quedar librada al azar. Por eso ofrecemos un seguro de salud integral, pensado para quienes valoran el acompañamiento profesional, la cercanía y la accesibilidad.
Nuestros servicios incluyen consultas médicas a domicilio, atención en centros de salud, seguimiento odontológico y descuentos en farmacias. Todo con el respaldo de un equipo humano comprometido, preparado para atender las necesidades específicas de cada etapa.
Invertir en un buen seguro de salud permite acceder a atención médica de calidad y fomentar una cultura de prevención, clave para vivir con tranquilidad y plenitud. Porque cuidar hoy tu bienestar es también una forma de honrar el paso del tiempo y proyectar un futuro con más salud, independencia y disfrute.