Durante el 2023 hará su debut el billete de $2.000. Pero no nos interesa hablar de nuestra economía, sino de la figura que se ha elegido para que sea su imagen. En realidad, son dos personas, ambas de importancia fundamental en la medicina argentina. Una es Cecilia Grierson, la primera médica argentina . La otra figura es el Dr. Ramón Carrillo, de quien hablaremos aquí, aprovechando que el 7 de marzo se cumplen 117 años de su nacimiento en Santiago del Estero.
Neurólogo y neurocirujano de formación (como tal tuvo a cargo un ala en el Hospital Militar Central), a lo largo de su vida el Dr. Carrillo tuvo una destacada labor en la investigación científica, lo que le permitió descubrir una enfermedad que lleva su nombre, así como conocer más profundamente la neuroglia (células cerebrales auxiliares de las neuronas). También realizó avances precursores en la técnica de tomografía computada y en 1942 obtuvo la cátedra de neurología en la Facultad de Medicina de Buenos Aires.
Carrillo Pionero en salud pública
Todo lo anterior, sin embargo, no es nada comparado con la obra que le dio inmortalidad. Ramón Carrillo fue el primer ministro de salud de la Nación, cargo creado en 1949 durante la primera presidencia de Juan D. Perón. Si bien el Dr. Carrillo ya estaba en funciones desde 1946, cuando Perón asumió la presidencia, en ese entonces todavía con el rango de secretaría.
Desde allí se dedicó a mejorar las condiciones sanitarias del país, con un ideal verdaderamente federal y con un foco que se desplazaba de la atención del enfermo a la prevención de los sanos, para lo cual impulsó campañas masivas de vacunación. Solía decir que “el mejor plan de salud es agua corriente y cloacas”.
Por eso se lo conoce en la Argentina como el padre del sanitarismo (las políticas de salud pública). Según su óptica: “La mala vivienda, la alimentación inadecuada y los salarios bajos tienen tanta o más trascendencia en el estado sanitario de un pueblo, que la constelación más virulenta de agentes biológicos”.
Su trabajo marcó un antes y un después en política nacional sanitaria.
En los ocho años de su desempeño impulsó los siguientes logros:
- Descendió la mortalidad infantil a la mitad
- Fundó más de 230 hospitales, además de institutos especializados, laboratorios y centros de salud y materno-infantiles
- Duplicó las camas de internación (de 60.000 a 122.000)
- Creó la primera fábrica nacional de medicamentos
- Estableció la atención médica gratuita
- Erradicó el paludismo (malaria)
- Eliminó las epidemias de tifus y brucelosis
- Redujo en un 75 % la mortalidad por tuberculosis
Reconocimiento póstumo
Durante la segunda presidencia de Perón sufrió cuestionamientos debido a internas políticas, y debió renunciar en 1954. Se exilió en Brasil, donde murió inesperadamente en 1956, víctima de un accidente cerebrovascular.
Sus restos fueron repatriados recién en 1972. Su aporte a la salud pública se reconoce en los diversos hospitales del territorio nacional que llevan su nombre, entre los cuales pueden mencionarse el de Ciudadela (provincia de Buenos Aires), con 63 años; uno en San Luis, inaugurado en 2021; y otro, en San Martín de los Andes (Neuquén), inaugurado en 2022.
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